miércoles, 30 de marzo de 2011

El Alakrana se verá finalmente en Cuatro

Después de la importante campaña de promoción que Telecinco realizó durante el pasado diciembre a la miniserie sobre el atunero vasco Alakrana, protagonizada por Miguel Ángel Silvestre, la cadena de Vasile parece haberse pensado mejor su estrategia y finalmente ha pasado el estreno a Cuatro.

La ficción, rodada en agosto del año pasado y anunciada en un principio para estrenarse en cines, supone el regreso del actor que encarnó al Duque en Sin tetas no hay paraíso a la pequeña pantalla, aunque finalmente no será en Telecinco, la cadena que le lanzó a la fama.

Esta ficción, que recrea el famoso secuestro del atunero vasco, fue anunciada en principio -el pasado marzo- por la emisora privada como película para la gran pantalla. Sin embargo, ésta ha optado finalmente por estrenarla en televisión en formato de miniserie si bien "fue concebida como tal", según explicaron a Vertele.com fuentes de la misma.

De esta forma, Silvestre (Castellón, 1982) vuelve a este medio tras encarnar al célebre personaje de El Duque en Sin tetas no hay paraíso. Después de su "muerte" en esta ficción semanal en enero de 2009, el actor decidió centrar su carrera en el cine. Así, firmó un contrato de exclusividad con Telecinco Cinema durante dos años y que ya ha vencido.

"El rodaje de Alakrana ha sido como vivir el secuestro en primera persona"

Durante la presentación de la miniserie en la pasada Mostra de Valencia, el actor aseguró que "el rodaje de Alakrana ha sido como vivir el secuestro en primera persona", y confesó que el rodaje fue "muy duro". El actor se preparó para su papel durante tres semanas en un pesquero del País Vasco, lo que le permitió "conocer el punto de vista de los marineros y coger el acento".

"Ha sido un proyecto increíble, Alakrana combina el thriller y la aventura con el drama social y es también muy ecologista. Para mí es una combinación explosiva, algo que en el cine español yo no lo suelo ver", aseguró el actor.

Miguel Ángel Silvestre da vida al capitán del barco secuestrado

Miguel Ángel Silvestre y Françesc Orella (El Comisario, Ventdelplà) son los protagonistas de Alakranarodada en Barcelona en junio  del año pasado y dirigida por Salvador Calvo (Paquirri, La Duquesa) y con guión Jorge Guerricaechevaría (galardonado con el Goya al Mejor Guión adaptado por Celda 211).

Los actores Fernando Cayo (20-N: Los últimos días de Franco), Carlos Hipólito (Guante blanco), Cristina Plazas (Los hombres de Paco), Irene Montalá (El Internado), Antonio Velázquez (Paquirri) y Willy Castro completan el reparto artístico. Producida por Telecinco Cinema con Fausto PC y Zentropa Spain, la TV movie ha llevado a cabo parte de su rodaje en distintas localizaciones de Marruecos, además de la Ciudad Condal.

"Alakrana": El diablo está en la tierra, el infierno en el océano

Apartado de las rutas internacionales protegidas, en medio del Océano Índico, el atunero Alakrana es apresado el 2 de octubre de 2009 por un grupo de piratas somalíes.

La TV movie presentará los 47 días de pesadilla vividos por los tripulantes de este pesquero y sus familiares, 47 eternas jornadas en las que mientras unos vivían momentos de sufrimiento e incertidumbre, los negociadores trabajaban a la sombra de polémicas decisiones políticas y judiciales.

Octubre de 2009. Armado hasta los dientes, un puñado de piratas somalíes aborda el moderno atunero Alakrana, secuestra el buque y consigue evitar el acoso de una fragata de la Armada Española. Es el inicio de la pesadilla.

Dejando a un lado sus diferencias, el capitán y el patrón del Alakrana se ven obligados a entenderse para poder encarar al líder de los somalíes. Su entereza les da la primera baza para la liberación: poder mantener el contacto por radio con sus familias en España. Así, mientras los piratas someten a la tripulación a mil vejaciones, sus familias inician, a miles de kilómetros, la lucha para forzar al Gobierno a buscar una solución.

Las gestiones oficiales no tardan en estancarse entre abogados, intermediarios y agencias de seguros internacionales que parecen más interesados en su propio beneficio que en las víctimas. Sólo el esfuerzo y la delicadeza del personal diplomático de la embajada española consiguen dar frutos. Sin embargo, las negociaciones se rompen cuando los piratas descubren que dos de los suyos han sido apresados y llevados a España.

El fantasma de un largo cautiverio se impone en las mentes atormentadas de los marineros. La indignación de familiares, la incredulidad de la opinión pública y los ataques de la prensa presagian un largo cautiverio. Sólo la entrada en escena del C.N.I dará fin a los 47 días de terror que padecieron los marineros del Alakrana y sus familias.


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